Un terremoto de magnitud 6,1 en la escala Ritcher se produjo este jueves en la prefectura de Chiba, colindante con Tokio, y se sintió con fuerza en la capital de Japón. El movimiento dejó 17 heridos y obligó a detener los trenes y el metro. Las autoridades dijeron que no hubo daños de consideración ni peligro de tsunami.
El sismo remeció edificios e hizo oscilar violentamente los postes. El secretario del gabinete Hirokazu Matsuno dijo que no se produjeron anormalidades en las usinas nucleares de la zona.
El terremoto tuvo lugar a las 22:41 hora local (13:41 GMT del jueves) a 80 kilómetros de profundidad y con epicentro en Chiba, región de la costa nipona del Pacífico, según datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
La sacudida, que se sintió en gran parte del este de Japón, hizo temblar a algunos edificios y activó las alarmas en los teléfonos de los habitantes para darles tiempo de ponerse a salvo.
La televisión pública NHK mostró un letrero colgado del techo de sus oficinas que se balanceaba violentamente. Los cables eléctricos temblaron en el distrito Suginami de Tokio.
La compañía eléctrica de Tokio dijo que unas 250 viviendas en el centro de la capital sufrieron un apagón.
Los trenes de alta velocidad, los Shinkansen, que entraban y salían de Tokio se detuvieron momentáneamente, dijo NHK.
El terremoto alcanzó el nivel 5 alto en la escala sísmica japonesa de 7 niveles (centrada en medir la agitación en la superficie) en algunas zonas del Área Metropolitana de Tokio y en Saitama, al norte de la capital, y sacudió también con menor intensidad otras regiones centrales del país.