El Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niños y Niñas, establecido por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres, en enero de 1999 en Bangladesh, tiene por objetivo concientizar sobre este flagelo y su impacto a escala global.
A nivel mundial, se estima que alrededor de 1,8 millones de personas pueden ser víctimas de explotación sexual y tráfico de personas, delito que en rentabilidad y magnitud es equiparable al tráfico de drogas y de armas, y consiste en una violación de los derechos humanos.
La elección de la fecha no fue arbitraria: el 23 de septiembre de 1913 se promulgó en nuestro país la primera ley en el mundo contra la prostitución infantil. Se trató de la Ley 9143, conocida también como “Ley Palacios”, porque fue redactada e impulsada por el diputado socialista Alfredo Palacios.
En el año 2013 la Asamblea General de la ONU decretó el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas
Consiste en la compra venta y explotación de niños y adultos, para diversos destinos como el tráfico de órganos, trabajos forzados, siendo la explotación sexual el destino más frecuente para niñas y mujeres.
Las crisis migratorias han sido aprovechadas por las redes delictivas para actuar contra los más vulnerables. Los traficantes abusan cada vez más de los sistemas de asilo. Por ejemplo se ha observado un aumento de casos de desapariciones de niñas y mujeres nigerianas que parten desde Libia buscando una vida mejor, y que han podido ser destinadas a explotación sexual.