Desde hace algunos días los países de Europa central han venido experimentando una catastrófica situación. Según El Servicio Meteorológico Nacional Alemán (DWD, por sus siglas en alemán) se afirma que en 24 horas se produjeron alrededor de 100 a 150 mm de precipitación. Siendo las estaciones meteorológicas con mayor registro las de de Rheinbach-Todenfeld (Renania del Norte-Westfalia), Klein-Altendorf (Renania-Palatinado) y Kall- Sistig (Renania del Norte- Westfalia). Esta situación se registró los días 14 y 15 de julio.
Meteorológicamente ¿Qué pasó? Se presentó un sistema meteorológico de baja presión, similar a la configuración de un ciclón en México, que favorece lluvias intensas, sin embargo, en los días mencionados se movió muy lentamente sobre Alemania, incluso se puede mencionar que se mantuvo casi estacionario, por lo que la precipitación se mantuvo en los mismos sitios.
Es muy importante resaltar que la mayoría de precipitaciones comenzaron a desarrollarse durante la noche y la madrugada; parece ser que durante estos períodos las alarmas meteorológicas no se activaron por lo que las autoridades se manifestaron discutiendo en sus parlamentos cuáles deben ser las lecciones aprendidas para poder evitar pérdidas de vidas humanas y bienes.
La respuesta es sí en unos días los registros de muertes fueron de aproximadamente 185 personas, posiblemente más que eso. Las regiones de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado de Alemania se encuentran entre las áreas más afectadas por las lluvias torrenciales y la mayoría de las muertes ocurren en estas áreas. En Bélgica hay que sumar por su parte otros 27 fallecidos, lo que eleva la cifra total de muertos a, al menos, 183. Además, hay unas 1.300 personas desaparecidas en el distrito de Ahrweiler, en el norte de Renania.
El gobernador de Renania se manifestó ante la situación “El cambio climático ya no es abstracto. Lo estamos experimentando de cerca y dolorosamente» lo que nos deja saber que teme por cómo ha cambiado el clima en los últimos tiempos. Y es que el cambio climático ha generado catástrofes increíbles. Así mismo El centro nacional de crisis de Bélgica dijo que al menos 27 personas murieron allí, mientras que las líneas de tren y carreteras permanecen bloqueadas en el este del país.
A su vez las autoridades belgas han alertado de que la «situación en la red de distribución eléctrica sigue siendo extremadamente complicada». Además, la movilidad se encuentra gravemente limitada, con los servicios de trenes y autobuses suspendidos.
Sin embargo, no solo Alemania y Bélgica estuvieron a punto de convertirse en islas, parte de los países bajos se vieron afectados durante las precipitaciones, al igual que Austria en donde fueron azotados por lluvias torrenciales causando otra inundación, localizada en Hallein cerca de la frontera con Alemania.
Ahora en Latinoamérica nos cuestionamos, si esta situación fue vivía por un país que cuenta con equipos de alerta meteorológicos que podrá ser de nosotros ¿cuáles son los retos que tenemos como región ante eventos meteorológicos extremos cada vez más intensos? Si bien los sistemas de alerta temprana, especialmente los comunitarios han tenido buena aceptación y respuesta, especialmente en los países andinos, es urgente como región comenzar a replicar estas buenas prácticas.