Llevar una vida saludable, centrada en el consumo de vegetales, es una tendencia sin altibajos. Buena parte de la población mundial ha cambiado y sigue cambiando sus hábitos.
En todo caso, debe quedar claro que el vegetarianismo, en sus distintas variantes, “es una filosofía de vida” que las personas asumen también por razones de cultura y religión.
Existen los vegetarianos extremos que suprimen de su dieta cualquier derivado de animales. Otros, más flexibles, dan paso la “generación veggie” o flexitarianos, quienes consumen huevos y lácteos, y ocasionalmente, carne y pescado.
La alimentación vegetariana es diversa y lo suficientemente versátil para proveer un menú nutritivo y colorido.
También es sencilla y práctica, reconocen profesionales de la cocina, en tanto muchos vegetales se comen crudos, mientras que la cocción de otros -excepto las legumbres- es más rápida porque son más blandos que la proteína animal.
Lutecia Viana, chef, propietaria de una lonchería vegetariana y miembro de la organización Shankaracharya de América, define el vegetarismo como “una forma de vivir sano, con bienestar físico y mental”.
Sobre la cocina vegetariana, asegura que los vegetales proveen los nutrientes y proteínas que el organismo necesita. “A mis hijos los crié, con ese régimen alimenticio hasta la adolescencia, que ellos decidieron lo contrario, y nunca se enfermaron”, dice con certeza.
Ciertamente, expertos en la cocina, vegetarianos o no, reconocen que los vegetales, según su preparación, suelen ser bajos en calorías.
Viana argumenta que el hombre no fue diseñado para comer carne. De hecho, sus dientes no son afilados. Refirió que el consumo de vegetales es una práctica milenaria, recomendada en tiempos del profeta Daniel.
El nutricionista Richard Chirinos reconoce el valor proteico de los vegetales. Sin embargo, considera que cada cierto tiempo, el organismo requiere de la proteína animal.
Toda buena alimentación debe contener los seis elementos: proteínas, carbohidratos, grasas, frutas, fructuosa y lácteos, que deben consumirse todos los días en porciones equilibradas, recalca.
“El equilibrio es la clave, acompañado de una rutina de ejercicios”. En la misma línea de Chirinos está Marlon Leal. Si bien no está en contra de la “dieta sin proteína animal”, considera que la alimentación debe ser balanceada.