¿Qué y cómo comeremos tras la pandemia? 🍝 🍏

El confinamiento, el teletrabajo y la educación digital hacen que las personas pasen más tiempo en la casa, tengan mayor acceso a la cocina y realicen menos actividad física, factores que pueden propiciar patrones erráticos de alimentación, consumo excesivo de comida chatarra e incremento del riesgo de obesidad. 

Las autoridades sanitarias han remarcado que la responsabilidad del individuo consiste en mantener un estilo de vida saludable: alimentación sana y equilibrada, ejercitación física continua, mantenimiento del peso adecuado y respeto de las horas necesarias de sueño.

Sin embargo, la pandemia ha dificultado el acceso a los alimentos, en particular los agropecuarios frescos, dadas las dificultades registradas en el transporte, la distribución y el despacho. Si a esto se añade la acumulación de comida por parte de los consumidores con mayor capacidad financiera, es perfectamente comprensible la escasez de productos y el aumento de precios.

¿Qué están comiendo las personas?

Una encuesta analizó la red social de comida más popular del planeta; allrecipes, para identificar las recetas e ingredientes más solicitados en plena pandemia.

Las búsquedas de palabras como pan, panqueca, tortilla, queso, harina, mantequilla, galletas, huevos y salsa aumentaron, mientras que términos como pescados, cítricos, sal, aceite, grasa, cereales, edulcorantes (almíbar, miel, chocolate) y jugo de frutas disminuyeron.

La consulta de recetas de granos aumentó 300 por ciento; las de panquecas y tortillas, 280; las de galletas y tortas, más de 100. La demanda de recetas de pescados disminuyó 50 por ciento; un tipo de alimentos cuyo sabor y calidad se asocia con su frescura y que, lamentablemente, es difícil conseguirlo.

Otra confirmación de esta tendencia se encuentra en una investigación reseñada en el blog SelfBank (2020), con datos provenientes de España. Las ventas al detal de levadura para repostería han aumentado 233 por ciento; y las de papel de horno, 123 por ciento.

De ambas fuentes estadísticas se pueden extraer algunas conclusiones:

  • 1) existe un mercado interesado en productos frescos que puedan prepararse en casa
  • 2) hay un mayor gusto por los productos procesados artesanalmente y también por las preparaciones caseras bajas en sal, azúcar y aceites.
  • 3) en el campo de la formación profesional se empieza a ver un mayor deseo de estudiar en escuelas de cocina y seguir los consejos de profesionales del área de nutrición.