La libertad de expresión es un derecho humano casi inseparable de la libertad de pensamiento. Uno y otro son complementarios. Permiten expresar, compartir, publicar lo que pienso, opino y creo. Y en esa diversidad de pensamientos que se expresan y están disponibles para todos, la sociedad se enriquece, se informa, se forma y se autogobierna.
La libertad de expresión es la libertad de manifestar nuestras opiniones, ideas e informaciones de todo tipo y así se reconoce en los instrumentos internacionales de derechos humanos. Ese derecho incluye, como parte consustancial, la libertad de pensamiento.
Y el pensamiento, si no se manifiesta, si no se comparte con otros, carece de toda trascendencia social. No tiene ninguna relevancia jurídica o política. El pensamiento es parte de la libertad de expresión. Es el impulso motor del tipo de mensajes que queremos transmitir a otros o que queremos intercambiar con otros.
Sin libertad de expresión no hay libertad de información. Solo se informa de lo permitido, solo se habla de lo permitido y solo se discute lo permitido. Quizás sea la razón de que, en dictadura, sean tan acaloradas y apasionadas las discusiones deportivas. Son las permitidas y fomentadas.
La libertad de expresión se vincula con el derecho de informar y de estar informado. Con la libre circulación de la información y el libre acceso a las fuentes. Si a un medio no se le permite el acceso a la información y se le persigue por informar, se le está restringiendo la libertad de expresión.
La libertad de expresión e información constituye un derecho humano fundamental que asegura el libre intercambio de ideas y opiniones en una sociedad democrática y plural. … Es indispensable para la formación de la opinión pública.
La libertad de expresión, es el presupuesto de la libertad del ser humano ya que en ella se asienta el pilar fundamental de donde emanan las demás libertades públicas. La existencia de la libertad de expresión es incuestionable; sólo debe ser materia de interpretación, el grado y la medida de su ejercicio, teniendo como límites las normas constitucionales y legales encaminadas a no permitir el abuso de esta libertad, quebrantando las libertades individuales.