En Diciembre de 2019 se dieron los primeros indicios del Covid 19, lo que se ha convertido en una pandemia mundial y ha cambiado el rumbo de las cosas, así lo queramos o no. Hemos sido informados en repetidas ocasiones el daño que puede causar esta enfermedad y lo que debemos hacer para protegernos de ella. Las consecuencias que esta situación pandemia ha traído para nuestra salud, las pérdidas de millones de personas a nivel mundial, los cierres fronterizos y el desequilibrio de la economía tal y como la conocíamos.
Son muchos los temas que podríamos poner sobre la mesa, pero a día de hoy, a más de un año de lidiar con el Virus, hemos decido enfocarnos en la cadena alimenticia, específicamente en los negocios de comida, la industria de comida rápida y los restaurantes.
El Coronavirus se propaga por contacto cercano entre personas, incluso hay quienes están infectados y no presentan alguna clase de síntomas. Es evidente que por estos motivos, debemos estar aislados y evitar el mayor contacto entre nosotros. Esto llevó a los gobiernos a cerrar la mayor cantidad de negocios posibles, dando acceso únicamente a los servicios de primera necesidad.
Todo lo que se refiere a alimentos y bebidas, sin duda es de primera necesidad para el ser humano, sin embargo, las aglomeraciones y el contacto le han jugado en contra a los establecimientos.
El gobierno de México por su parte presenta el virus en tres estaciones: Rojo, naranja y amarillo. A principios de la pandemia los locales de comida solo podían estar abiertos cuando el semáforo estuviera en amarillo (La menor fase de contagios), muchos negocios se vieron terriblemente afectados al punto del cierre ya que al no abrir no podían obtener ningún tipo de ingresos o ganancias, no se podía cancelar las deudas y tampoco pagarle a los empleados. Al ser esto tan evidente y perjudicial para los negocios debieron admitir la apertura en el semáforo naranja.
La industria Restaurantera en Estados Unidos se vio afectada de forma estridente. Un estudio de la empresa de directorios YELP destaca que el 60% de los negocios de comida o restaurantes cerrados durante la pandemia no podrán volver a abrir sus puertas de nuevo.
Los empresarios ha invertido equipos de protección personal para sus trabajadores y equipos de tecnología para evitar el contacto al pagar.
Se debe tener en cuenta tanto paro los clientes, como para los empleados el uso de Mascarillas, Higiene de las manos, suministros adecuados, Limpieza y desinfección, Ventilación, Guías y barreras físicas, toma de temperatura al entrar al local.