Leopoldo Jacinto Luque, un héroe del fútbol Argentino, ha fallecido a causa del Coronavirus a sus 71 años.
Se podría decir que su foto mítica es aquella de la celebración de su gol ante Perú en las semifinales del Mundial de 1978, en aquella victoria 6-0 que los pasaría a la final, para más tarde ganar ante Holanda.
La historia de Luque es la de aquel futbolista que soñaba con levantar la copa mientras veía por TV a los grandes equipos, y que pocos años más tarde levantaría el máximo trofeo, además de otros trofeos del más alto nivel futbolístico.
Cuando muere Leopoldo Luque// pero no es el médico pic.twitter.com/SHjSm509IS
— Gabi (@GabiSosa9) February 15, 2021
Por palabras suyas, “Yo no era muy rebotero. Tengo pocos goles de esos de abajo del arco. A mí me tocaba más, y me gustaba más, hacer otro tipo de goles. (Carlos) Bianchi le puso a (Martín) Palermo ‘el optimista del gol’, porque donde se paraba, iba la pelota, y así metió muchos goles de rebote. A mí no me pasaba. La mayoría de mis goles fueron elaborados, un reflejo de mi vida. Todo me costó muchísimo. Recién llegué a River con 26 años, de grande”.
Y de grande tenía mucho. Pasó una juventud difícil, donde pase a pase y gol a gol, se tuvo que ir ganando su puesto en el fútbol profesional. “Mi viejo no se compraba un par de zapatos para que yo tuviera botines, y mi mamá no se compraba un vestido para darme el abono del colectivo para ir a entrenarme”.
Para Luque, su gran ilusión, es que al ser seleccionado para el equipo profesional de Argentina, se le asignó el dorsal número 14, el mismo que su ídolo Johan Cruyff.