Las autoridades chinas , han iniciado una campaña de test que ha dado la vuelta al mundo por una prueba para detectar la COVID-19 inédita , ya que además de los test comunes de nariz y de garganta, los profesionales sanitarios han comenzado a realizar las primeras pruebas anales, tal y como recoge The Washington Post, según las autoridades, aseguran que las pruebas anales, son más eficaces que la nasales , Puesto que los rastros del virus que se encuentran en el ano pueden durar más que en el tracto respiratorio. El método en cuestión implica la inserción de un hisopo de algodón de unos dos o tres centímetros empapado en solución salina en el ano. Después de varios segundos, en los que se recogen restos de heces, los especialistas sanitarios analizan la muestra para detectar rastros activos del virus.
Mediante el citado medio en base a unas declaraciones extraídas de la Televisión Central China el pasado domingo, las autoridades locales han comenzado a tomar muestras anales de los residentes de aquellos barrios de Pekín en los que se han confirmado casos de COVID-19. Una prueba que, según el subdirector del departamento de enfermedades respiratorias e infecciosas del Hospital You An de Pekín, Li Tongzeng, puede incluso aumentar la tasa de detección de personas infectadas.
Por otra parte, La Comisión Nacional de Sanidad de China informo este miércoles sobre 75 nuevos casos de COVID-19 durante las últimas 24 horas. la nación asiática vuelve a enfrentar durante estas últimas semanas un nuevo repunte de contagios, el cual ha ya ha provocado las primeras muertes en meses, principalmente en regiones como Hebei y Heilongjiang, dos de las más afectadas por una enfermedad que ha contagiado a más de 100 millones de personas.
Cabe resaltar, que dicha prueba, ha generado una gran polémica en las redes sociales, donde varias personas afirman haber pasado vergüenza durante la prueba. Durante estos últimos días, un gran número de personas se ha posicionado contra este nuevo test afirmando que es humillante. Algo que ha quedado reflejado en la red social Weibo, donde el 80% de personas que han participado en una encuesta relacionada con este nuevo método aseguran no estar a favor del método.