El expresidente Donald Trump afrontará un segundo proceso de ‘impeachment”, (proceso de destitución), a partir del 8 de febrero. El Senado de Estados Unidos ya cuenta con la acusación contra el exmandatario republicano. La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, acusa a Trump de «incitar a la insurrección” durante el asalto al Capitolio del 6 de enero por lo que podría terminar con una inhabilitación de por vida que bloquee sus futuras aspiraciones presidenciales y si fuera poco, no podría ejercer cargos públicos.
Los cien senadores participarán como jurado en el proceso. Sin embargo, para condenar a Trump se necesitan 67 votos de los 100 que hay en el Senado, por lo que algunos republicanos deberían votar contra quien fue el líder de su partido.
En este sentido, el Senado está dividido, con 50 demócratas y 50 republicanos. Para condenar a Trump, se necesita una mayoría de dos tercios del hemiciclo, lo que se traduce en 17 republicanos que voten con la bancada demócrata.
Por lo tanto, El juicio ha generado divisiones internas en el seno del partido rojo. Para algunos, como es el caso de Marco Rubio, el proceso “es estúpido y contraproducente” mientras que otros, como el caso de Mitch McConnell. La Cámara de Representantes votó mayoritariamente a favor de enjuiciar al expresidente el 13 de enero, con los apoyos de todos los demócratas y diez republicanos que se sumaron a esta causa donde a directamente a Trump de lo ocurrido en el Capitolio.
Statement on Delivering Impeachment Article to Senate: https://t.co/uuMBzNOaRs pic.twitter.com/9jnU09EN6K
— Rep. Jamie Raskin (@RepRaskin) January 26, 2021